La crianza saludable implica el compromiso de los padres en fomentar el cuidado de los hijos, sus intereses y promover su máximo desarrollo entre las opciones más saludables. Se considera un derecho de los niños, y se guía bajo la "parentalidad positiva", que reconoce la necesidad de que los padres tengan apoyos suficientes para cumplir con sus responsabilidades en la educación de los hijos.
Educación Sexual
Objetivo fundamental de esta educación es un conocimiento adecuado de la naturaleza e importancia de la sexualidad y del desarrollo armónico e integral de la persona hacia su madurez psicológica con vistas a la plenitud de vida espiritual a la que todos están llamados.
En una perspectiva antropológica integral y trascendente, la educación afectivo-sexual considera la totalidad de la persona y exige, por tanto, la integración de los elementos biológicos, psico-afectivos, sociales y espirituales.
Una verdadera "formación", no se limita a informar la inteligencia, sino que presta particular atención a la educación de la voluntad, de los sentimientos y de las emociones. En efecto, para tender a la madurez de la vida afectivo sexual, es necesario el dominio de sí, el cual presupone virtudes como el pudor, la templanza, el respecto propio y ajeno y la apertura al prójimo.